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El verano (no) debe ser (solo) para descansar
El verano suele ser sinónimo de descanso… y así debe ser.
Pero, para muchos estudiantes, estos meses suponen un parón tan grande en ciertos aspectos que, cuando llega septiembre y el nuevo curso, no están nada preparados:
- Pierden hábitos.
- Les cuesta concentrarse.
- Empiezan el curso desorganizados y con poca motivación.
La buena noticia es que no hace falta estudiar todo el verano para evitarlo.
Con unas pocas acciones sencillas, adaptadas a su edad y sin presiones, puedes ayudar a tu hijo/a a llegar a septiembre con más energía, organización y confianza.
El error más común en verano
El error más habitual es pasar de un curso escolar con horarios, actividades y compromisos… a un verano sin ninguna estructura.
Ese cambio brusco provoca que, al volver a las clases, el arranque sea lento y, en algunos casos, muy cuesta arriba.
No se trata de llenar sus días de tareas escolares, sino de mantener algunos hábitos clave que les permitan desconectar… pero sin “desengancharse” por completo.
3 ideas para empezar ya
Aquí tienes tres ejemplos fáciles de aplicar desde hoy:
- Lectura diaria de algo que le guste: No importa si es novela, cómic, revista… lo importante es mantener la mente activa.
- Alguna actividad práctica: Aprender a cocinar algo nuevo, cuidar plantas o tocar un instrumento desarrolla habilidades que luego se reflejan en su capacidad de aprendizaje.
- Mantener un horario de sueño razonable: Dormir bien (y sin pantallas antes de acostarse) mejora la concentración y el estado de ánimo.
Y mucho más en mi guía gratuita
En realidad, estas son solo algunas de las ideas que puedes aplicar este verano.
He preparado una guía gratuita con 10 hábitos prácticos y fáciles de implantar para que tu hijo/a empiece el próximo curso con ventaja.
No son deberes.
No es un plan de estudio.
Son acciones sencillas, sin estrés, que podéis poner en marcha en cualquier momento.
📩 Descárgala gratis aquí → MI GUÍA GRATUITA DE LAS 10 COSAS QUE HACER EN VERANO
El verano debe ser un periodo de descanso… y puede ser también un periodo productivo
Este verano puede ser un parón… o una oportunidad.
La diferencia está en qué hábitos mantienes y cuáles creas.
Aprovecha estos meses para darle a tu hijo/a las herramientas que necesitará en septiembre.